Reflexiones sobre «Me Quiero Regresar A Mi País»


¿En realidad te quieres regresar?

Querer regresar a tu país es parte del viaje del inmigrante cuando las situaciones se complican, cuando el viaje no cumple con las expectativas que te habías planteado, cuando no logras adaptarte al lugar donde emigraste o la nostalgia es muy alta regresar empieza a sonar como una opción atractiva.

Pensar en regresar le pasa a muchas personas esta idea se convierte en un lucha interna en la que empiezas a debatir contigo mismo si la mejor opción sería regresar, a pesar de todo el esfuerzo, tiempo y dinero invertido en salir de tu país.

Lo que antes era «Me quiero ir de mi país» se convierte en un «Me quiero regresar a mi país» esta idea nace por las incomodidades por las que pasa un inmigrante que pueden durar muchos años, hay personas que no se adaptan al lugar donde llegaron, se sienten estancadas o extrañan demasiado su lugar de origen.

Pensar en regresar como una válvula de escape

Durante una época pensaba en regresar casi a diario hasta el día en que me di cuenta que ese pensamiento lo usaba como una válvula de escape para sentirme mejor.

Una forma de explicarlo sería imaginar una olla de presión cuando la presión es muy alta necesitas una válvula de escape para que la olla no explote, para mi pensar en regresar era mi válvula, ya que las condiciones en las que me encontraba en ese momento no eran agradables, me encontraba en una olla de presión.

Me acababan de denegar mi permiso de residencia después de vivir cinco años en el país, mi cuenta bancaria fue bloqueada por tener la residencia caducada, no podía acceder a ningún trabajo de forma legal y me había consumido todo mis ahorros en esta idea de establecerme en un nuevo lugar.

Para mi la idea de regresar era tranquilizadora en el sentido de que sabía que si las cosas se ponían muy difíciles siempre existía la opción de volver, por lo menos me hacía sentir mejor el hecho de que podía escapar de las circunstancias de ese momento a pesar de que no quería regresar y a pesar de que me encontraría con otras circunstancias complicadas al volver.

La lucha interna y la indecisión de regresar

A pesar de que la idea de regresar aliviaba la presión pronto se convirtió en una lucha interna ya que existía un conflicto de intereses dentro de mi, no me encontraba alineado con un objetivo, una parte de mi quería quedarse mientras que otra imaginaba un mundo mejor regresando.

Esta indecisión empezó a ser molesta, no me permitía enfocarme en un solo objetivo, tenía la opción de dedicar toda mi energía a solucionar el problema en el que encontraba o por el contrario empezar a usar esa energía para regresar en las mejores condiciones posibles, al menos empezar a prever que iba a hacer cuando regresara. Pero no podía vivir en ambigüedad.

Esta lucha interna duró varios meses y estaba mezclada con emociones negativas como ansiedad, estrés, depresión, frustración y molestia, todo esto me impedía avanzar, era un freno, todas estas emociones me restaban energía cada día, energía que necesitaba para lograr un cambio positivo.

Razones objetivas para regresar

Podemos pensar en regresar de forma emocional o podemos pensar en regresar de forma lógica y objetiva.

Si pensamos en regresar de forma emocional es posible comprar un pasaje de vuelta de forma impulsiva sin pensarlo dos veces en un momento en el que las emociones negativas son altas sin pensar en que vamos a hacer cuando volvamos.

¿Alguna vez nos ha salido bien una decisión que tomamos de forma impulsiva?

Por lo general las personas que emigran de forma impulsiva no les va bien y son las que terminan regresando, lo mismo ocurre a la inversa, las personas que regresan de forma impulsiva luego pueden llegar a arrepentirse de su decisión.

Esta es una decisión importante, es una bifurcación en la vida de cualquier persona, la decisión va a crear dos futuros distintos, estás decidiendo tu destino.

Puedes tratar de tomar esta decisión desde tu intuición, eso estaría bien, pero para que la intuición funcione debes apartar las emociones negativas que nublan el pensamiento.

Replantearse el hecho de regresar

Si estás pensando en regresar puedes replantearte el hecho de volver y pensar si en realidad es lo que quieres hacer.

A veces no queremos volver pero sentimos que la presión es muy alta y solo queremos escapar, aunque en el fondo sabemos que si perseveramos y buscamos soluciones, a largo plazo cosecharemos nuestra recompensa por muy difícil que sea el camino actual.

Siempre veo con asombro los inmigrantes que tocan fondo estando en el extranjero aquellos que lo han intentado todo y terminan durmiendo en el estacionamiento de algún lugar en el carro por no tener ni para pagar la renta.

Conozco dos personas que han pasado por esto y hoy en día alcanzaron sus objetivos, imagino que tenían sus convicciones claras, nunca les he preguntado si en ese momento pensaron en regresar ni que los mantuvo allí para superar esa situación, pero sin duda querían avanzar en el país de su elección y estaban dispuestos a continuar allí.

Recuperar fuerzas para continuar

Emigrar nos pone a prueba a todos, ansiedad, depresión, estrés, frustración, angustia, incertidumbre, no saber dónde estaremos el próximo mes, buscando florecer en un lugar donde se nos ha denegado la residencia y donde no vemos los caminos para continuar.

A veces solo necesitamos recuperar fuerza para volverlo a intentar una vez más, necesitamos eliminar todas esas emociones negativas, para poder despertar la creatividad y buscar soluciones creativas para el problema en el que nos encontramos.

El camino puede ser largo y estrecho para llegar al lugar donde queremos estar.

Quizás regresar si sea la mejor opción

Para algunas personas regresar quizás sea la mejor opción, como dije antes no podemos vivir en ambigüedad, tampoco es recomendable vivir generando emociones negativas de forma recurrente.

Algunas personas regresan, no porque estén tratando de correr de las dificultades de una situación, por el contrario están corriendo en dirección a una nueva oportunidad, cuando una puerta se les ha cerrado o no se ven viviendo en un lugar para toda la vida.

Tengo amigos que emigraron, no les fue bien y optaron por regresar, y han prosperado gracias a sus decisiones.

Decidieron regresar y pusieron toda su energía en florecer donde fueron sembrados. A diferencia de las personas que dicen me regreso y si no me va bien me vuelvo a ir.

Regresar o quedarse no es lo importante, lo importante es vivir alineado con una decisión y un camino. Si te sientes indeciso no estás alineado.

Siempre hay algo que sacrificar

Tomes la decisiones que tomes siempre hay algo que sacrificar. Si te quedas decides sacrificar tu vida en tu país de origen por quedarte donde estás. Y si decides regresar estarás sacrificando tu vida actual y la futura vida que podrías llegar a tener por volver.

La palabra sacrificio suele tener una connotación negativa, pero en realidad sacrificio es algo positivo, estás decidiendo no estar en un lugar a cambio de estar en otro que te puede servir mejor con tu propósito final.

Reflexiones finales

A veces tomar la decisión de regresar puede ser tan difícil como decidir quedarte. Tendrás desafíos en ambos. No podemos correr de los desafíos cada vez que se presenta, a veces debemos atravesarlo.

Aunque es cierto que regresar te puede dar un alivio al estar al lado de tus seres queridos, tener un soporte familiar y una red de contactos que te ayuden.

Pero si saliste de tu país en busca de una mejor vida, si las condiciones en las que te encontrabas no eran buenas y por eso te fuiste, regresar es volver a empezar, piensa bien que vas a hacer para que tus condiciones no sean iguales a cuando te fuiste.

Si las condiciones en donde estas son como la olla de presión y buscas un escape, pero en el fondo te quieres quedar, piensa en formas creativas de solucionar tu situación para avanzar.

Como dice Tony Robbins «El progreso es igual a la felicidad» si sientes que progresas te sentirás mejor.

A veces en el extranjero nos estancamos, sentimos que no avanzamos, por eso nos sentimos mal y nos deprimimos. Sentimos que las circunstancias son más fuertes que nosotros, aunque esa no sea la realidad, resetea tu mentalidad.

Si has tocado fondo estando en el extranjero puedes volver a empezar regresando o puedes volver a empezar donde estás, replanteando nuevos caminos para avanzar por muy difícil que pueda parecer.

No conozco tu situación ni las adversidades por las que puedas estar pasando pero:

«Encontrar paz interior cuando tu mundo exterior es caótico te puede ayudar a visualizar el camino».

No es fácil de lograr pero al menos plantéate la intención de conseguir paz interior, eso te puede ayudar a alinearse en una sola dirección.

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Ricardo

Hola, en 2016 emigre a España y en 2022 escribí el libro "Emigrar sin perder los pantalones" que regalo en este blog donde te enseño que esperar al emigrar y cómo aumentar tus probabilidades de éxito. También presto el servicio de preguntas y respuesta para personas que han emigrado.

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